Discurso de contestación a D. Eduardo Saavedra
Aureliano Fernández-Guerra y Orbe
Aureliano Fernández-Guerra y Orbe (1816-1894). Discurso de contestación a D. Eduardo Saavedra. Discursos leidos ante la Real Academia de la Historia en la recepción pública de Don Eduardo Saavedra, el día 28 de diciembre de 1862. Imprenta de Manuel Galiano. Plaza de los Ministerios, 3, Madrid, 1862.
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Hé aquí, señores académicos, una guia firmísima, que para reconstruir nuestra antigua geografía, no se ha seguido hasta ahora; y cuenta que pasan de tres mil y quinientos en España los pueblos y sitios conocidos que de tales simulacros han tomado el nombre; sitios, que estudiados por mí, hallo que casi todos resultan en límite de región (1).
(1) Las piedras terminales con figura de elefantes, caballos, becerros ó jabalíes, que hoy existen y son conocidas, se encuentran en los puntos siguientes:
Beja y Évora en Portugal;
Linares de Jaén;
Segorbe;
Toledo, Talavera de la Reina, Alcoba, Torralba de Oropesa, Talavera la vieja;
El Molar, Becerril de la Sierra, Guadarrama, Balsain;
Segovia, Coca;
Santo Domingo de las Posadas, los Yecgos, Mingorría, Flor de Rosa, Avila, La Serna, Munochas, el Puerto de Cebreros, Guisando, el Berraco, San Juan de la Torre, Muñana, Yillatoro, Bonilla de la Sierra;
Puerto de Baños, Monleon, los Lázaros, Palomares, Tordillos, Contiensa, Ledesma, Salamanca, Lumbrales, San Félix de los Gallegos, Ciudad-Rodrigo;
Toro;
El ídolo de Miqueldi en San Vicente de Durango; Urrache, Mañaria, Mamoitio, Ayura, Irure y Cangoitia.
Los nombres de pueblos y sitios que en sí llevan indicación terminal, y que suben al considerable número arriba indicado, son estos:
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El elefante, de que hay varios simulacros, ha sido confundido por el vulgo ya con el toro, ya con el berraco: de aquí los Toros de Guisando y el Berraco de piedra en Cercedilla.
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Pues esos nombres terminales son más frecuentes á la inmediación de un camino romano. Porque hay que decirlo de una vez: entonces los caminos eran medio de publicidad, como los periódicos hoy. A uno y otro lado ofrecian sepulcros, monumentos, edictos, memorias de beneficios hechos á la provincia cuanto divirtiendo de la fatiga al viajero, convenía que no fuese ignorado. ¿Y qué sitio más á propósito que un camino, una encrucijada, una plaza pública? Así, no es raro encontrar en los itinerarios que han llegado á nosotros, mansiones ó mutationes (como si dijéramos mesones ó casas de posta)que en su nombre están indicando que allí comenzaba la frontera; y que por ser esta sagrada, como lo eran todas, ó tenia un bosque dedicado á la divinidad ó un santuario con el privilegio de asilo para los criminales. Harto lo prueban las mansiones que vemos llamarse Ad Fines, Ad Turres, Ad Aras, Ad Statuas, Ad Aquilas, Ad Pérticas, Ad Ansam , Ad Lápidem , Ad Lucos, Ad Asyla , Ad Hérculem, Ad Palem , Ad Matrem Magnam.
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