Los viajes de José Cornide por España y Portugal de 1754 a 1801. Camino del Escorial a Avila por las Navas del Marques

José Andrés Cornide de Folgueira y Saavedra

José Andrés Cornide de Folgueira y Saavedra. Los viajes de José Cornide por España y Portugal de 1754 a 1801. Camino del Escorial a Avila por las Navas del Marques. 1792. 

Avila

En esta ciudad se conservan muchas figuras de animales como los llamados Toros de Guisando. El Padre Ariz señala el sitio de algunas y dice que las que había en ella y en obispado eran 22; yo he reconocido varios que señalará a donde se hallan pero que no admito, en general, por toros; creo hay entre ellos animales de otros géneros; tales son parte de los cuatro que se hallan a los lados de la puerta de la Casa del Marqués de Las Navas, hoy Duque de Santiesteban; entre estos, uno es indubitablemente toro, pues se le conoce la campanilla; otro toro (el mas grande y el mas señalado) está junto a la casa de la señora Verdugo. Otro hay en la esquina de la dicha casa de Santiesteban. Dos junto a San Vicente.

Algunos son verracos, o marranos como les llaman los naturales, y se les conoce en la forma de su pezuña y en que en el lomo tienen un burlete, que representa el cerro de cerdas, y en que se tienen los testículos muy aparentes por la parte exterior y el hocico muy sacado fuera; en la casa de Santiesteban hay cuatro a los dos lados de la puerta principal. 

El primero es toro y no solo se distingue en la campanilla y rectitud del testuz, sino en la cola que, dando una vuelta, pasa encima de las nalgas, vuelve al lomo y termina en el lado izquierdo con su borla informe (esta distinción se conoce mejor en el de la casa de Verdugo, aunque por otra parte bastante informe); tiene este toro nueve cuartas.

El que sigue es un verraco o, acaso, jabalí, pues se le ven entallados al lado de las quijadas dos colmillos largos aunque poco separados que acaso dieran margen a creerlos elefantes pero se opone el que la pezuña es hendida en dos partes, el hocico largo y sin apariencia de trompa.

El tercero es indudablemente jabalí pues, además de tener todas las señales que los antecedentes, se le conoce la cola corta y enroscada sobre una de las ancas; éste tiene nueve y media cuartas de largo y (así como los mas) unidas las manos y pies con una porción de piedra con su peana, que sale para asegurarlos y para que puedan mantenerse en pie; en la parte anterior de ésta porción de piedra y entre las manos tiene unas inscripciones de las que se puede leer lo siguiente, sin que dé lugar a mas letras

BVRR

MAGII

ONIS

La letra no me ha parecido de la mayor perfección, ni la situación en que se halla ni lo gastado de la piedra me ha permitido descubrir otra costa.

El 4º, aunque más pequeño que el antecedente, conserva toda la señal de ser un jabalí

El 5º, está en la misma esquina del corral o huerta de la misma casa hacia la del obispo, antes del colegio de los Regulares expulsos; es la primera piedra angular fuera de tierra y, por las señales que ofrece su culata, otro jabalí.

El 6º y 7º, en la plazuela de San Vicente, son verracos; mutiladas las cabezas, están en pie y enterrados hasta el vientre; la cola lisa y larga les cuelga entre las nalgas.

El 8º en la plazuela del Marqués de Sofraga frente a la fuente, mutilado en gran parte, es verraco.

El 9º es lo mismo y está en el portal de la casa de la señora Verdugo.

El 10º, en el recodo de la casa de la señora Verdugo en la misma plaza, es un toro de diez cuartas de largo; su cola, retorcida de izquierda a derecha por anca y lomo, terminada a izquierda con borla o fleco; su parte anterior o nunca fue bien acabada o la desfiguraron posteriormente.

El 11º, está en la plazuela de la feria, al fin de la calle Toledana, cerca del Rollo, está patas arriba y, por la configuración de su cabeza, parece oso.

Estas son las únicas antigüedades que he visto en Ávila; creo que algunas están embebidas en sus murallas pues, saliendo por la puerta que va al mercado grande, en el cubo de la izquierda y a un estado de altura, vi en una piedra vestigios de dos renglones, de los cuales el primero no se lee y el otro dice FILIO; infiero sería una dedicación sepulcral pues la piedra, aunque desconchada, tiene apariencia de haber sido un cipo.

Salí de Ávila el 25 a las once y media de la mañana para venir a dormir al lugar de Berraco (Barraco) a fin de ver los famosos Toros de Guisando; el camino es el de Toledo, esto es, al mediodía; luego que se sale de Ávila se pasa un arroyo que tiene puente de piedra, más abajo del cual se pierde en el Adaja; …

Del Tiemblo al monasterio de Guisando, del orden de San Jerónimo, habrá legua y cuarto camino quebrado y de muchos pedruscos, todo senderos; un poco antes de monasterio se desciende a una vega muy llana que corre de medio día a norte y, por ella, un arroyo que va al Alberche; como al medio de la vega, adosado a la montaña en el frente oriental y como a un tercio de su altura, está el predicho monasterio, situado en el mismo bosque y sin más llanura que la que necesita  para su asiento; en la vega, frente al mismo convento, a la izquierda del camino para el que viene de Ávila  y poco antes de la separación de los de Toledo y Talavera, dentro de una viña del convento, están los toros, acaso no diez pasos del camino, puestos en línea y mirando al poniente, son cuatro: el 1º, falta de la espalda izquierda, en pie; el 2º caído y faltoso de medio cuerpo de atrás; el 3º y el 4º en pie; su tamaño es de 12 a 18 cuartas de largo, ocho de alto y cuatro de grueso; los dos se conoce son indubitablemente toros por la forma de su testuz y los otros, aunque parece su cabeza más prolongada, como la pezuña, la campanilla y la cola es de toro, se puede creer está mutilado en aquella parte como les sucede en otras. Yo debo creer a hombres de probidad que los han reconocido lo que dicen sobre las inscripciones pero o séase por dichas mutilaciones o porque nunca las hubo, yo no he podido hallar sino en el primero por la banda del norte y en su lado la siguiente:

LONG· INVS

PRISC·O·CALA

ETI::::PATRI· F·C   

 

Toros de Guisando

Primero. Miran al monasterio. A la parte de oriente. Largo doce cuartas, ancho por el anca 3 cuartas, grueso por el remo cuatro cuartas por cada lado; la espalda dos; la barriga 2; circunferencia 12; Alto lo descubierto, seis cuartas y media

Segundo.- Dos trozos enterrados de otro; siguen el de oriente

Tercero.- Largo y demás medidas como el primero

Cuarto.- Las mismas  

Torralba

En e lado del camino, y sobre el muro del atrio hay un bulto de un verraco cojo los que se hallan en Ávila junto a la parroquia de San Vicente y se puede ver su dibujo en el número 2, me parece que el Señor Velázquez en su viaje a Extremadura dice haber visto este verraco.